Atendiendo a su PROCEDENCIA, podemos clasificar los residuos en:
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LOS RESIDUOS DE LAS ACTIVIDADES PRIMARIAS:
Proceden de las actividades agrícolas, ganaderas, forestales o mineras.
Residuos de biomasa:
Están constituidos por restos orgánicos de origen animal o vegetal, que son aprovechados “in situ” como abonos tras el proceso de compostaje, o también como combustible de biomasa. Según su origen los más importantes son:
– Agrícola: normalmente los restos de las podas, pajas, hojas,… Se utilizan como combustible de biomasa, fertilizantes o para la alimentación de animales.
– Ganadero: estiércol, restos… Utilizados como abonos, para piensos en la alimentación animal o para la producción del combustible de biomasa llamado biogás.
– Forestal: procede sobre todo de las actividades de silvicultura y de la limpieza de los bosques. Los principales productos son las ramas, hojas, corteza o las serraduras procedentes de los aserradores.
Residuos mineros:
Proceden fundamentalmente de la actividad extractiva minera y son residuos inertes, es decir, sin actividad química o biológica. Producen generalmente fuertes impactos paisajísticos y, a veces, su concentración en metales pesados produce contaminación importante de las aguas superficiales y subterráneas.
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LOS RESIDUOS DEL SECTOR PRODUCTIVO SECUNDARIO:
Proceden de las actividades industriales de transformación.
Residuos inertes:
Son aquellos que no tienen actividad física, química ni biológica. Los podemos clasificar en dos grupos:
– Cascajos, escombros y materiales residuales: tienen un gran impacto paisajístico y a menudo se reutilizan como materiales de construcción sobre todo en firmes de las carreteras.
– Chatarras: con cierta concentración de elementos metálicos. Es aconsejable la recuperación de los metales que contienen para su reutilización por lo que supone un ahorro en estos recursos minerales o también de ahorro energético y de disminución del impacto paisajístico.
Residuos peligrosos:
Son aquellos residuos que suponen una amenaza grave para el hombre, ya que producen contaminación química acusada. Entendemos por residuos peligrosos los materiales sólidos, pastosos o líquidos, así como los gaseosos contenidos en recipientes que se destinan al abandono y que contienen sustancias en concentraciones que representan un peligro para la salud humana o para el medio ambiente, por tener alguna de las siguientes características:
– Ser inflamable: presentan riesgos de combustión, ya que pueden arder casi a cualquier temperatura.
– Ser corrosivos: sustancias químicas, o sus vapores, que pueden causar daños o alteraciones irreversibles en los tejidos orgánicos por contacto y deteriorar o destruir la superficie de los materiales.
– Ser reactivos: reaccionan espontáneamente con el agua o con el aire produciendo explosiones o emanando gases tóxicos.
– Ser tóxicos: pueden causar graves daños e incluso la muerte, por ingestión, absorción o inhalación.
– Ser mutágeno: tienen efectos cancerígenos o producen mutaciones.
– Ser irritante: causan molestias, llagas o inflamaciones en la piel, ojos, mucosas o sistema respiratorio.
Residuos radiactivos:
Un residuo radiactivo, es todo material que contenga o esté contaminado con núcleos radioactivos en concentraciones o niveles de actividad superior a los establecidos, que proceden de las centrales nucleares o también de centros hospitalarios o de investigación. Se pueden clasificar según distintos criterios:
– Su velocidad de desintegración: pueden ser de vida corta (periodo de semidesintegración, es decir, tiempo en reducirse a la mitad, de menos de 30 años; o de vida larga, con periodos de desintegración superiores a los 30 años.
– La intensidad de su actividad: de alta actividad, que emiten radiación alfa, y son los procedentes de los combustibles de las centrales nucleares o del armamento nuclear; de baja y media actividad, que emiten radiaciones beta y gamma, donde incluimos al material utilizado en las centrales nucleares que no son combustibles, y también al material hospitalario y de los laboratorios de investigación.
– Según la toxicidad, es decir, la cantidad de radiaciones ionizantes que emiten.
o GRUPO 1: RADIOTOXICIDAD MUY ALTA: Ra-226; Po-239
o GRUPO 2: RADIOTOXICIDAD ALTA: Co-60; S-90; I-131
o GRUPO 3: RADIOTOXICIDAD MODERADA: C-14; P-32; Fe-59
o GRUPO 4: RADIOTOXICIDAD BAJA: H-3; C-11; I-129; U en el estado natural
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RESIDUOS DEL SECTOR PRODUCTIVO TERCIARIO:
Son aquellos residuos que proceden de la actividad doméstica, comercial y de la construcción.
Residuos sanitarios:
Son los generados en hospitales, clínicas o laboratorios farmacéuticos. Se clasifican:
– Residuos asimilables a los urbanos producidos en actividades no estrictamente sanitarias (cafeterías, oficinas, jardines,…).
– Residuos asimilables a los urbanos producidos en actividades sanitarias, pero sin riesgo de contaminación biológica: sondas, catéteres, escayolas, vendas sin contacto con heridas…
– Residuos biosanitarios peligrosos que poseen agentes contagiosos por lo que antes de ser recogidos por los servicios municipales es obligatorio someterlos a procesos de desinfección: vendas, agujas… Los sistemas de desinfección pueden ser mediante autoclaves, microondas o sistemas de desinfección química.
– Residuos químico-sanitarios peligrosos por poseer sustancias químicas tóxicas o contaminantes. Deben ser tratados por los propios centros que debe tener un Plan General de Gestión Interna de Residuos aprobado por sanidad.
– Residuos radiactivos de baja o media actividad procedente de departamentos de radiología o radioterapia y que son recogidos por la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA).
Residuos Sólidos Urbanos (R.S.U.):
Son los generados en las actividades realizadas en los núcleos urbanos o en sus áreas de influencia. Los más importantes son:
– Residuos domiciliarios: originados en los domicilios particulares como resultado de las actividades domésticas. Se incluyen también los de gran tamaño como muebles, electrodomésticos, automóviles…
– Residuos comerciales y de servicios: generados en oficinas, centros de enseño, comercios… Son muy semejantes a los domiciliarios.
– Residuos de la limpieza de las calles, zonas verdes, mercados…
– Residuos de construcciones, demoliciones y obras de reparaciones de viviendas y cascajos.
La composición de los RSU es muy heterogénea, pues están constituidos por materiales muy diversos que se agrupan, según su grado de naturaleza (grado de humedad, capacidad calorífica…) que va a determinar las posibilidades de tratamiento:
– Inertes: de los que no es posible extraer energía calorífica (vidrio, escombros…)
– Fermentables o putrescibles: se descomponen por la actividad de los microorganismos; pueden arder pero normalmente no mantienen la combustión (restos de comidas, heces, restos de animales, restos de jardinería…)
– Combustibles: son materiales que arden con facilidad, siendo este su principal proceso de degradación (papel, cartón, plásticos, madera, gomas, cueros, restos textiles…)
Existen otras clasificaciones de los residuos, los podemos dividir según su:
– NATURALEZA:
Materiales inertes (Metales; Tierra; Vidrios; Cerámica; otros..)
Materiales combustibles (Papel; Cartón; Plásticos; Madera; Gomas; otros..)
Materiales fermentables (Restos de alimentos)
– COMPOSICIÓN:
Metales pesados; Ácidos; Bases,..
– DESTINO:
Recuperación; Reciclaje; Planta de tratamiento,…
– EFECTO AMBIENTAL:
Explosivo; Inflamable; Cancerígeno; Antagónico; Ecotóxico; Corrosivo,…
– CLASIFICACIÓN LEGAL:
Inerte – Todos aquellos residuos que no presentan riesgos específicos para el medio ambiente o la salud humana.
Peligroso – Todos aquellos residuos que contienen sustancias tóxicas y/o peligrosas, que figuran en la lista de residuos peligrosos, aprobada en el Real Decreto 952/1997, así como los recipientes y envases que los hayan contenido. Los que hayan sido calificados como peligrosos por la normativa comunitaria y los que pueda aprobar el Gobierno de conformidad con lo establecido en la normativa europea o en convenios internacionales de los que España sea parte.
Urbano – Todos aquellos residuos generados en los domicilios particulares, comercios, oficinas y servicios, así como todos aquellos que no tengan la calificación de peligrosos y que por su naturaleza o composición puedan asimilarse a los producidos en los anteriores lugares o actividades.
Asimilable al urbano – Aquellos residuos que son procedentes de la limpieza de vías públicas, zonas verdes, áreas recreativas y playas; animales domésticos muertos, así como muebles, enseres y vehículos abandonados; residuos y escombros procedentes de obras menores de construcción y reparación domiciliaria.