Una empresa keniata transforma viejos cristales en arte. Ya han decorado un edificio de oficinas de la capital y un hotel. Murales, guirnaldas, vasos y jarrones. Los sopladores de vidrio de esta empresa de Kenia no sólo quieren hacer negocio a partir del reciclaje, también tienen presente que hacen piezas de arte.
Los vasos, cuencos, copas, jarrones, platos, lámparas, candelabros, mesas, sillas y demás objetos que se fabrican en Kitengela Hot Glass, a unos 30 kilómetros de Nairobi, están realizados a mano por un equipo de sopladores de vidrio keniatas, formados y supervisados por Anselm Croze, un artista de origen británico de 45 años que vive en África con su mujer y sus dos hijos.
Las instalaciones de Croze cubren sus necesidades energéticas con aceite de motor reciclado. El horno funciona con vapor, y la colmena actúa como una enorme cámara de convección, sacando hacia afuera todo el calor. Todo el cristal fundido se produce a partir de botellas recicladas y ventanas.
El reciclaje es el eje de este innovador proyecto, algo que Croze considera característico en la artesanía keniana o ‘jua kali’.
Aunque en swahili ‘jua kali’ significa literalmente “sol caliente”, el término se refiere realmente a los productos hechos a mano, remendados y reciclados que definen la economía informal de Kenia, en donde nada se tira y todo se aprovecha.
Vía: lainformacion.com