Según la subdelegación del Gobierno en Tarragona, el pasado mes de marzo se detectó en el término municipal de L’Aldea un vertedero de residuos incontrolado de amianto donde se acumulaba gran cantidad de tuberías destinadas a la canalización de aguas pluviales, las cuales se hallaban en los exteriores de una nave industrial que se dedica a la comercialización de material de construcción.
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) contactó con el propietario y le abrió una acta-denuncia por estos hechos.
La uralita es un residuo peligroso pues en caso de rotura libera un componente altamente cancerígeno, el amianto, mineral formado de silicato de cal con alúmina, magnesia y hierro, incombustible e inatacable por los ácidos, por lo que la manipulación de la misma como desecho debe hacerse con extremas medidas de seguridad y personal experto.
Vía: EFEVerde