Estas construcciones de cal, de arena y agua, son “muy interesantes” técnicamente, ya que son antisísmicas, las “más ecológicas” del mundo, y gastan poca energía.
La arquitecta técnica Gadea García hace mas de un año viajaron a California para conocer de cerca el Instituto “Earth Art and Arquitecture” (Carl-Earth) dedicado a la investigación y desarrollo de la arquitectura sostenible, y fundado por el arquitecto Nader Khalili.
Khalili se inspiró en el método de las antiguas construcciones de superadobe del desierto, basado en la consecución de hiladas de sacos rellenos de tierra estabilizada para optimizar su resistencia.
El primer prototipo que el equipo de Antonio y Gadea construyó en California se está levantando ahora en Haití para dar cobijo a los refugiados del terremoto (2010).
Actualmente levantan un prototipo en Cuéllar (Segovia) y creen que hay demanda para un público que desea vivir en una casa ecológica, que cuenta ya con un terreno propio, y no quiere hipotecarse de por vida.
Su forma abovedada y los materiales favorecen la buena circulación del aire, lo que permite que sean frescas en verano y calientes en invierno con una mínima fuente de calor.
Según sus promotores, una casa de 80 metros cuadrados, autoconstruida por el futuro propietario puede llegar a costar unos 15.000 euros, dependiendo de los acabados y la equipación que se quiera: geotermia, energía solar, fotovoltaica, energía de biomasa.
Manos en La Tierra ofrece también sistemas ecológicos de reciclaje del agua usada, mediante el empleo de plantas o animales, como las lombrices.
Por dentro, el acabado puede ser con suelo de madera, cerámica, gres.., pero también de superadobe, incluso los platos de ducha se pueden construir con este último material.
Vía: EFEVerde