La normativa de envases vigente en Alemania ha convertido la recogida de botellas en una fuente de dinero para personas sin ingresos. Las botellas de cristal retornable reportan beneficios, pero también muchas de plástico PET y las latas. Cuando adquiere bebidas en estos recipientes, el comprador paga un sobreprecio que le será restituido si lo devuelve vacío. No todos se reutilizan sino que, en el caso de las latas y de algunas botellas de cristal o plástico, el sobreprecio pagado como depósito tiene la función de promocionar el reciclaje del material.
Los recipientes reutilizables (botellas de cerveza de 0,33 o 0,5 litros, botellas de plástico PET, envases de yogur), pueden ser devueltos sin mayores problemas en los supermercados o tiendas de bebidas que venden productos en el mismo envase.
Muchos supermercados disponen de máquinas donde el comprador puede ir introduciendo los envases vacíos. Obtendrá un resguardo que podrá cobrarse en la caja. Si bien su precio no está fijado por ley, suele pagarse 8 céntimos por cada botella normal de cerveza y 15 por las botellas con cierre de resorte. Los envases de cristal o plástico reutilizable de productos de consumo cotidiano como leche, nata, yogur o zumos suelen reportar la recuperación de 15 céntimos.
También se paga un depósito por los envases de un solo uso y capacidad de entre 0,1 y 3 litros que contengan cerveza o mezclas con cerveza, agua mineral con o sin gas, sodas u otro tipo de refrescos. Están exentos los envases de zumo, vino, licores y leche. También los envases fabricados con materiales “ecológicamente sostenibles” como el tetra-pack.
Los comerciantes están obligados a admitir todos los envases de un solo uso que sean de un material que ellos también vendan, independientemente del contenido y del lugar donde se adquirieron.
Así que algunos comercios renuncian a vender botellas de cristal de ningún tipo para no verse obligados a aceptar envases del mismo material comprados en otras tiendas. El depósito por los envases de un solo uso asciende a 25 céntimos. Se estima que llegan a devolverse el 95% de los envases con depósito.
Vía: EL PAÍS