El inicio de las tareas de limpieza de las toneladas de residuos químicos depositados en las parroquias carballesas de Sísamo y Bértoa ha servido para comprobar que el contenido de los barriles, aunque no ha llegado a extenderse por el terreno, era realmente contaminante. De hecho, en el lugar de Ramil, donde se encontraban la mayor parte de los botes de pintura y disolventes aparecieron algunos pájaros muertos, aunque no está demostrado que tuviesen relación con los vertidos.
Los trabajadores de la empresa vimiancesa Siavi, especializada en este tipo de labores, cargaron la mayor parte de los botes en dos contenedores sellados y, a lo largo de la jornada de hoy procederán a eliminar unos tres o cuatro centímetros de la capa superficial de los terrenos afectados para descontaminar esas zonas.
Posteriormente se realizará una analítica del suelo para determinar si todavía permanece en él algún resto de contaminación. En caso de que queden tóxicos, se llevará a cabo un nuevo raspado más profundo para eliminarlos completamente. Esa tierra resultante de la limpieza también será considerada como un residuo peligroso y también irá a parar a la planta de tratamiento.
Con estos trabajos, el Concello dará por concluido un largo proceso que se inició hace seis meses con la localización de los vertidos y condujo a lo localización por parte del Seprona de los presuntos responsables.
Vía: La Voz de Galicia.es