Las toneladas de basura e inmundicia que se acumulan en el poblado chabolista madrileño de El Gallinero, en un extremo de la Cañada Real y anejo a la autovía de Valencia (A-3), tienen fecha de caducidad. Desde esta mañana, efectivos del Servicio Especial de Limpieza Urgente (Selur), perteneciente al Ayuntamiento de la capital, se encargarán de retirar los desperdicios que se han ido sedimentando a lo largo de más de un lustro. Incluidos kilos y kilos del plástico que recubren los cables de cobre que algunos de los habitantes de la zona se dedicaban a sustraer. Una vez limpia la zona, tarea ingente que llevará semanas, se mantendrá la recogida de basura y la limpieza en el lugar. Algo que ya se hacía en la calle adyacente de manera semanal.
La actuación de las Administraciones para sanear el asentamiento, en el que viven unas 400 familias, es una reivindicación bastante antigua de los voluntarios de la parroquia de Santo Domingo de la Calzada. “Las condiciones higiénicas en las que viven más de 200 menores son una auténtica vergüenza”, insisten los voluntarios, que llevan años trabajando con los niños, incluida la atención pediátrica o las clases de refuerzo escolar.
Vía: EL PAIS