Las plantas autorizadas para la gestión de residuos de aparatos con gases refrigerantes, frigoríficos y congeladores, han advertido del grave daño medioambiental que está produciendo el incumplimiento de la normativa vigente, ya que entre el 70 y el 85 por ciento de estos aparatos desechados en Castilla y León no se recicla correctamente.
En Castilla y León sólo existen dos plantas autorizadas para gestionar todo tipo de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, Induraes en Osorno (Palencia) y Reciclalia en La Bañeza (León), que deberían ser el destino de todos los frigoríficos, congeladores y aparatos de aire acondicionado. Estas dos plantas solamente en 2010 han tratado 20.000 unidades de aparatos de refrigeración de las 133.000 producidas, lo que representa tan solo el 15 por ciento del total.
La gestión de RAEES se paga con la compra de cada aparato, que incluye una tasa destinada a su reciclaje, que recauda el fabricante o el distribuidor y que no cumple su destino.
Vía: EFE verde