Reino Unido ha dado la voz de alarma, porque millones de toneladas de comida en perfecto estado acaban en la basura cada año. La confusión que crea el tipo de etiquetado, diferenciando entre fecha de “caducidad” y “consumo preferente” son parte del problema por lo que la secretaria de Medio Ambiente y Asuntos Rurales del país, Caroline Spelman, ha apostado por mostrar una única información que haga referencia al momento en el que el consumo puede ser peligroso para la salud.
Aunque parezca obvio, la fecha de “caducidad” o de “consumo preferente” que aparece en los productos sólo es válida en el caso de respetar las formas de conservación. Lo importante es saber interpretar el etiquetado en los productos y saber conservarlos.
Una medida que puede evitar que tanta comida en buen estado acabe desaprovechada. No hay que olvidar que más de 35.000.000 personas mueren de hambre cada año, según un informe la Organización de Naciones Unidas.
Vía: Telecinco