Una planta piloto desarrollada por la Universidad de Valladolid es capaz de obtener energía y polímeros (plásticos) de la celulosa procedentes de residuos de la industria alimentaria, de este modo la celulosa se convierte en una fuente para la obtención de otros materiales. Este proyecto de investigación se encuentra actualmente en una situación para dar un paso más, crear una planta de demostración, aunque sus promotores no han encontrado aún financiación.
La Cátedra Tomás Pascual Sanz-Universidad de Burgos organizó hoy una jornada sobre aprovechamiento de residuos de producción en la industria alimentaria en la que diferentes expertos mostraron sus últimos avances en esta materia.
Vía: ECOticias.com