Los fondos de las rías y la plataforma continental gallega, donde operan las flotas de artes menores y litoral son el vertedero final de una considerable cantidad de residuos sólidos de procedencia diversa, desde la propia actividad pesquera hasta los depósitos procedentes de las poblaciones costeras o la navegación marítima y ello se traduce en un serio problema ambiental.
Redes o restos de aparejos abandonados en el mar, plásticos, metales, pilas usadas, baterías y hasta electrodimésticos y muebles se convierten en una amenaza para el medio marino.
El sector pesquero gallego, a la vista de los resultados obtenidos en dos experiencias desarrolladas en los últimos años parece mostrarse sensible, receptivo y colaborador en la labor de retirar la basura depositada en los fondos marinos para su posterior tratamiento y reciclaje en puerto, es decir, han acogido de forma positiva el papel que la UE pretende introducir en su labor, el de “guardianes del mar”.
Según los datos aportados por el propio Cetmar solo en 2010 el proyecto “Nada pola borda” (iniciado en 2007 e y puesto en práctica en 2009), en el que participaron 11 puertos gallegos, 131 barcos de artes menores y arrastre de litoral, logró retirar de forma experimental más de 26 toneledas de residuos, casi la mitad de ellos restos de artes de pesca, además de plásticos, metales, cauchos y otros desechos.
Mientras, en el proyecto 3R Fish, que persigue tanto la recuperación como la reducción de los residuos propios de la actividad pesquera y portuaria (especialmente, redes de pesca, cajas de poliespán y pilas y luces de pesca), se saldó hasta ahora con la retirada y procesado –en 2009 y 2010– de más de 800 toneladas de estos residuos.
Vía: farodevigo.es