Según la directiva europea sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, los fabricantes de estos aparatos deben reciclar los residuos que genera su actividad, hasta alcanzar una cuota de 4 kg por habitante y año. Sin embargo, en España la mayoría de los aparatos fuera de uso son gestionados mediante sistemas no autorizados. Así lo revela un estudio de investigadores de la Universidad de Salamanca que publica el Journal of cleaner production.
En 2010, los españoles generaron 652 millones de kilogramos, es decir, 13,86 kg por persona, de los que únicamente 2,55 kg se recogieron y procesaron correctamente a través de los ‘sistemas integrados de gestión’ (SIG). Este es el método colectivo que los fabricantes pueden utilizar para gestionar los residuos, además de poder hacerlo a título individual.
En España existen actualmente siete SIG, un conjunto de fundaciones que reúnen a empresas del sector de la electrónica: ECOLEC, ECOTIC, ECOLUM, AMBILAMP, ECO-RAEEs, ECOASIMELEC y ECOFIMATICA.
El trabajo analiza la evolución y las etapas de desarrollo del tratamiento de este tipo de residuos desde los primeros borradores de la directiva europea que regula la gestión de los deshechos electrónicos, hasta la actualidad.
En el caso de los grandes electrodomésticos, por ejemplo, se estima que más del 70% de congeladores y frigoríficos, y el mismo porcentaje de televisores y de monitores, se recogieron y se trataron de forma incontrolada aprovechando que la legislación no lo prohíbe.
La investigación revela que el sistema de gestión de residuos español posee algunos puntos débiles. Según el estudio, los productores registrados que cumplen el marco legal se ven perjudicados económicamente respecto a los fabricantes que no se hacen cargo del gasto del reciclaje. Los autores también denuncian el retraso en el desarrollo de políticas públicas por parte de algunas Comunidades Autónomas.
Vía: www.ecoticias.com