Investigadores de la Universidad de Jaén (UJA) han conseguido utilizar el alperujo, uno de los residuos más contaminantes producidos en la extracción de aceite de oliva, para la fabricación de ladrillos.
Hasta ahora, su eliminación implicaba un alto coste económico para las almazaras y medioambiental para la sociedad, de forma que sólo en la provincia de Jaén se estima que se generan unos dos millones de toneladas de este subproducto al año.
La propuesta de los investigadores de la UJA consiste en sustituir parte de la arcilla y el agua empleadas para la fabricación de ladrillos por un porcentaje, hasta el 8 por ciento, de alperujo.
La mezcla resultante sigue el mismo proceso de amasado, moldeado y cocido que la cerámica fabricada exclusivamente con arcilla y agua, pero con la ventaja de que la materia orgánica integrante de este subproducto proporciona energía y reduce, por tanto, el consumo de combustible para el horno.
Por otra parte, las piezas resultantes son más porosas, más ligeras, con más propiedades aislantes y, además conjuga dos actividades económicas tradicionales para la provincia de Jaén como son la fabricación de cerámica y el cultivo del olivo.
Los ensayos se han realizado con alperujo de la almazara de Cambil (Jaén) que se añadieron a una de las pastas cerámicas empleadas actualmente en la fabricación en una industria cerámica de Bailén (Jaén) de un ladrillo cara vista de color rojo.
Los resultados obtenidos determinan que el comportamiento de los ladrillos fabricados con un porcentaje de alperujo es similar a aquellos que no contenían este subproducto, con la única variante de presentar una mayor luminosidad y menor variación de color.
Vía: finanzas.com