El abulense Juan Jesús Villaverde, de 51 años, recicla desde hace cinco años el hierro procedente de la maquinaria y antiguos trebejos agrícolas para convertirlo en sorprendentes obras de arte que ahora pueden verse en el castillo de Arévalo (Ávila).
Algunas piezas las obtiene de algún taller agrícola que repara tractores, mientras que otras las consigue de tiendas que venden maquinaria y en las que los clientes dejan algunos materiales para que él las emplee en la que se ha convertido en su pasión artística.
Las piezas, materia de prima de arte, oscilan desde piñones de engranaje a turbinas de motores de hierro hasta dientes de excavadora, cadenas, alcachofas de riego, picos, cigüeñales, las tomas de fuerza o las denominadas hojas de vertedera -arados especiales con las hojas más dobladas hacia el exterior-.
La mayor parte de la treintena de sus piezas son figurativas -personas y animales fundamentalmente-, aunque de vez en cuando se va atreviendo con la abstracción.
Vía: Público.es