Las medidas incluidas en el plan de gestión ambiental del Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón han conseguido que el centro haya reducido en dos años un 75% los residuos biosanitarios que genera, lo que ha supuesto un gran ahorro.
Estos datos, que se han presentado en el simposio de gestión ambiental en centros sanitarios celebrado esta semana en Bilbao, superan el objetivo marcado hace dos años, cuando se creó el departamento de Medio Ambiente, de reducir paulatinamente este tipo de residuos hasta lograr que descendieran a la mitad.
En enero del 2009, la ratio de generación de residuos derivados de la actividad sanitaria del centro se situaba en 0,3 kilogramos por paciente al año, y en enero de este año se ha conseguido disminuir hasta 0,08 kilogramos.
Para lograr esta disminución se han llevado a cabo varias medidas como, entre otras, la formación y sensibilización del personal del hospital. La separación, recogida y traslado de los residuos sigue un proceso protocolizado: para cada uno se utiliza una bolsa, contenedor y leyenda de colores, tamaños y características diferentes.
El grupo I lo forman los residuos sólidos urbanos, que no plantean especiales exigencias en su gestión, como cartón, papel, material de oficina, comida… Los del grupo II son residuos sanitarios similares a los urbanos y se depositan en una bolsa verde; proceden de pacientes no infecciosos, como material usado en las curas, yesos o gasas.
Los especiales -residuos sanitarios infecciosos y residuos cortantes y punzantes- se incluyen en el grupo III y van a un contenedor negro con la leyenda residuos de riesgo. El IV -sujetos a requerimientos especiales- incluyen los restos de sustancias químicas, medicamentos caducados, aceites minerales o sintéticos y los procedentes de los laboratorios radiológicos, entre otros.
Vía: Mediterráneo