Las pancartas y carteles electorales cumplían una clara función durante la campaña, pues se intentaba dar a conocer la imagen de un partido o de un candidato determinado. Pero una vez superada la jornada de votación pasan a convertirse, automáticamente, en “basura”. Son restos que ensucian cada rincón en los diferentes municipios, de ahí la conveniencia de retirar esa publicidad o, al menos, una parte de ella, como han hecho algunas agrupaciones de O Grove.
Parece que hay muchos carteles, de los que se pegan con cola en determinados lugares, que no van a ser fáciles de retirar y que tendrán que ir deteriorándose poco a poco. Pero lo que sí se retira, y es una práctica recomendable para todos los partidos y todos los municipios, son las grandes pancartas, banderolas y carteles que se sitúan en las farolas o en cables que pueblan las calles o cruzan diferentes carreteras.
Vía: farodevigo.es