En España quedan menos de 300 parejas de águila imperial ibérica, y parte de ellas viven en la provincia de Toledo, pero la construcción de un macrovertedero en Toledo pone en peligro la supervivencia de los pocos ejemplares de esta ave rapaz que quedan en España.
Los ecologistas denuncian las obras por irregularidades, entre ellas, que no han hecho la “parada biológica” a la que obliga la ley durante la cría. También, denuncian que la comunidad manchega recibe fondos de Bruselas para proteger a esta especie en peligro de extinción.
El gobierno explica la ubicación del gigantesco vertedero es la más idónea, debido a que es donde menor impacto tiene.
La Comisión Europea está investigando el proyecto y ha pedido explicaciones al gobierno.
Vía: La Sexta