La Universidad de Santiago estudia el aprovechamiento de los residuos de la castaña, estudiando el uso de la cáscara y el erizo del fruto.
Según han comunicado, los investigadores consiguieron en el laboratorio adhesivos basados en su totalidad en productos naturales, lo que podría ayudar a sustituir a los actuales adhesivos fabricados con productos de origen petroquímico.
Además, se le suman propiedades antioxidantes de los residuos que podrían prolongar la vida de los alimentos, como la carne o el pescado, cuya investigación aún está en fase inicial.
Por último, los restos del procesado de la castaña podrían ayudar a absorber compuestos contaminantes de las aguas residuales de las industrias, ya que se han comprobado sus propiedades absorbentes, que podrían sustituir a los productos actuales de purificación por uno de origen renovable.
Vía: La Voz de Galicia.es