Los estados de Carolina del Norte y del Sur en Estados Unidos han visto cómo la producción porcina en sus áreas creía en los últimos 15 años de forma importante. Sólo en Carolina del Norte, la producción porcina genera aproximadamente una cuarta parte de los gastos brutos de las granjas de todo el estado. La presencia de tantas explotaciones porcinas lleva consigo el problema de encontrar la manera apropiada de eliminar los residuos.
La práctica más habitual en estos estados en almacenar los residuos animales en lagunas anaeróbicas. Se usan principalmente para concentrar y tratar de forma pasiva la orina y las heces, pero debido a la gran expansión de esta práctica, el impacto medioambiental podría ser grave. Algunos informes aseguran que estas lagunas son los responsables de los elevados índices de emisión de gas nitrógeno y amoniaco volatilizado.
Un equipo de científicos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (ARS-USDA) ha concluido que los organismos nitrificadores y desnitrificadores no son activos a pesar de estar en cantidades importantes, y que la acidificación y eutrofización del ecosistema podría ser el resultado de una exposición prolongada al amoniaco volatilizado.
El objetivo de este estudio es encontrar un manejo seguro y efectivo de los purines, de manera que se maximicen los beneficios potenciales mientras se protege el medio ambiente y la salud humana y animal.