El reciclaje supone otra forma de practicar el ahorro energético en el hogar, aunque esto no influya directamente en el bolsillo del ciudadano.
Así, por cada tonelada de vidrio que se recicla, se ahorran 1.200 kilos de materias primas y otros 130 kilos de combustible. Cada tonelada de papel reutilizado evita que se talen 14 árboles, que se consuman 50.000 litros de agua y 300 kilos de petróleo. Eso, sin contar con que de las basuras también se puede obtener electricidad, con la valorización energética
Además, tan importante como reciclar, según afirman los expertos, es reducir la generación de basuras en el hogar, evitando, entre otras cosas, la compra de productos que vienen presentados en envases y envoltorios de un solo uso, casi siempre de origen plástico. Los productos a granel producen muchos menos residuos.
También se considera importante para el ahorro energético el reciclaje de las pilas, del aceite que se ha usado para freír o de la ropa vieja.
Vía: elPeriódico