Un grupo de investigadores de la Universidad de Sevilla ha desarrollado un material aislante del fuego, compuesto en un 60% por conchas de moluscos.
Estas conchas, compuestas fundamentalmente por carbonatos de calcio y magnesio, son calcinadas para eliminar la materia orgánica junto al mal olor. A continuación, se someten a una molienda y tamizado para la obtención de un granulado que posibilite su mezcla con otros aglomerantes, como el yeso y la fibra.
El material, ya homologado y patentado, ha superado con éxito todas las pruebas como garantía de industrialización y competitividad frente a otros productos habituales en el sector. La diferencia respecto a ellos es que es ecológico, pues reducirá la acumulación de conchas en los vertederos y en el fondo del mar.